viernes, 11 de noviembre de 2011

Día mundial de las mujeres del campo

“La Política y liderazgo en manos que siembran esperanza”

En la tansversalidad de la vida, existen mujeres que dan todo por sus hijos, por sus esposos, por su bienestar por sus tierras, por su tranquilidad, sus costumbres, por vivir digna y humildemente.

A través del tiempo  nos encontramos con grandes y eminentes mujeres que desde sus inicios  eran campesinas, madres, hermanas, luchadoras, todas ellas labradoras de la tierra; mujeres que no dejan atrás su pasado cultivado en las entrañas de pachamama y que por circunstancias del “conflicto armado”-paramilitares, grupos guerrilleros los cuales están en la lucha por el control de tierras y recursos económicos y demás necesidades que recaen en  el género- son ell@s violad@s , secuestrad@s, matratad@s- siendo blanco útil a través del cual humillar al enemigo. Ahora, de estas valiosas y fuertes mujeres queda una voz de esperanza que las motiva a luchar por lo que quieren, sabiendo que sus memorias no olvidan y mucho menos perdonan; ellas han sido forzadas a transformar sus vidas de lo rural a lo urbano, a adoptar nuevos referentes éticos, nuevas visiones del mundo y  estrategias de acción de las cuales estuvieron adversas durante siglos; y como algo novedoso esta el estado dueño inquisidor de lo terreno el cual  no es más que un aliado de la impunidad y de la injusticia solo del lado del poder, de unos cuantos y no de tod@s como debería ser.
¿Cómo puede ser posible tanta infamia, tantos atropellos que acaba con las oportunidades de vivir, de soñar y rehacer una vida que ya estaba construida por aquellas personas vulnerables de nuestra enferma y corrupta sociedad? 

Para no dejar en el olvido Juana Julia Guzmán nació en 1892 en Córdoba y vivió 83 años. Lideresa campesina y socialista fue cofundadora del Baluarte Rojo de Lomagrande  (1916) y de la Sociedad de Obreros y Artesanos de Córdoba (1918); impulsó la creación de la Sociedad de obreras Redención de la Mujer (1919), colectivo integrado por bailadoras de fandango, lavanderas, fritangueras, vendedoras y cocineras. Estímulo a la unión y solidaridad de los trabajadores, la lucha organizada por implantar los tres ochos: ocho horas de trabajo bien remunerado, ocho de educación y ocho de descanso, con dominical pagado y derecho a jubilación, la  Abolición a los monopolios, los privilegios y las arbitrariedades, así como cancelación de la matrícula y otros abusos en formas de tenencia de la tierra, entre otras propuestas que dieron un aire de tranquilidad a las campesinas de aquellos tiempos, ya que se vieron representadas en una lideresa femenina, con elocuencia política y originaria de sus mismas vivencias.

Exigimos al estado colombiano respetar los derechos de las mujeres, a protegerlas para que no sean  objetos de violencia y observar y legitimar el derecho internacional humanitario, garantizando la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas del conflicto armado.



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